Myriam tiene 10 años, vive en un campo de refugiados en Irak y es una de las miles de víctimas del Estado Islámico. Pero su corazón no guarda rencor.
La capacidad de perdonar es el elemento que distingue a los cristianos de los musulmanes y en Oriente Próximo es la seña de identidad cristiana que más admiran desde el islam.
Un musulmán de Irak, o de Siria sabe que el cristiano contra el que ha cometido una crueldad no tomará venganza. Y eso convierte la presencia del cristianismo en aquella zona del mundo en un elemento fundamental de la convivencia en paz: si desaparece el cristianismo de Oriente Próximo, como pretende el Estado Islámico y los grupos yihadistas que actúan en otros lugares, desaparece el perdón y la reconciliación y la sociedad se vuelve más cruel e injusta.
Este mensaje de Miriam pone en evidencia la importancia fundamental del cristianismo en los países islámicos.